De Londres a Nueva York en 3 días y medio.
La subida de precio de los combustibles esta matando lentamente a las compañías aéreas.
¿Pueden los grandes buques de pasaje salvar los largos viajes y el turismo?
Volar ha llegado a ser mas barato que utilizar el tren o el coche. Si bien, razones medioambientales, la escasez de las reservas de combustibles y la rápida subida del precio del keroseno están amenazando con convertir los vuelos en un privilegio para los ricos.
Esto no tendría sin embargo que suponer el fin del turismo de masas. Antes de 1960 la gente cruzaba el globo en los grandiosos buques de pasajeros.
Volver a utilizar estos grandes buques sería algo más que un movimiento nostálgico: podría ser una forma de viajar más eficiente desde el punto de vista energético.
Si colocáramos a la gente en el Queen Mary 2 como lo hacemos con los pasajeros en los asientos de los aviones, el barco podría transportar más de 500.000 personas.
Se investigan nuevos motores, aviones más ligeros, se reducen pesos, se vuela a menor velocidad y al mismo tiempo se investiga la alternativa de obtención de fueles de las algas, del aceite de coco, el hidrogeno y la energía solar. Ninguna de estas cosas salvará los vuelos baratos cuando se siga especulando y subiendo el keroseno.
La alternativa para los largos viajes podrían volver a ser los grandes buques oceánicos, como ya lo fueron una vez. Desde mediados del siglo XIX hasta 1960 millones de personas cruzaron los océanos en buques de pasaje. Se construyeron cientos de estos buques en esa época.
Pero perdieron su razón para existir a finales de 1950 con la llegada de los reactores.
Viajando a 900 km/h, puede alcanzarse cualquier lugar de la tierra en menos de 24 horas. Las distancias habían muerto.
Hoy en día sólo existe un barco que realice servicios trasatlánticos: el Queen Mary 2. Tomando este buque como ejemplo, el reemplazar la travesía oceánica por la aérea no supone una gran diferencia. A velocidad de crucero el buque tiene un motor con una salida de 90.000 kilovatios. Como puede transportar 2650 pasajeros, esto significa unos 34 Kw por pasajero.
Un Boeing 747 con una media de 65000 Kw transporta unos 500 pasajeros.Esto nos lleva a 130 Kw por pasajero. Cuatro veces más que el barco.
Esta claro que también deberíamos hablar de tiempo, de tipos de fueles y contaminación ambiental y de pasajeros enlatados como sardinas.
Habría muchas cosas que estudiar antes de plantear alternativas.
Aunque en un mundo con escasez de petróleo esta podría ser una opción interesante para mantener los actuales viajes masivos y el turismo a unos precios democráticos.
Pagaríamos, por supuesto, otro precio: el mundo volvería a ser más grande.
Londres estaría de nuevo a 3 días y medio de Nueva York. Pero viajaríamos más cómodos.
Extractado y traducido libremente de Lowtechmagazine.
El desván 